Convergencia, convergencia, convergencia. Este parece el mantra actual que mueve a desarrolladores de sistemas operativos tanto móviles como tradicionales de escritorio, ya que se han dado cuenta de que lo que quieren los usuarios es poder usar sus mismas aplicaciones en todos los dispositivos con los que lidian a diario, además de poder interactuar con tus comunicaciones de forma lo más independiente posible al dispositivo que manejas. Fue esta necesidad lo que hizo pararse a Shuttleworth hace ya un par de añitos y proponer la idea revolucionaria del teléfono Ubuntu Edge. Aunque la campaña no llegó a buen puerto, esta fue la primera piedra en el terreno de la convergencia, al menos seriamente. Y aunque al final Canonical no nos ha proporcionado aún un sistema completamente convergente un par de años más tarde, está bastante claro que en algún punto los actuales y/o futuros móviles de Ubuntu nos permitirán trabajar con ellos igual que haríamos con nuestro PC.
Una vez hecha esta apuesta, los demás actores del sector, mucho más instalados e importantes, siguieron sus pasos. Mientras que Apple se limita a crear servicios que conecten iOS con OSX (tal y como nosotros tenemos disponible KDE connect), y Google trabaja para llevar las Apps de Android a ChromeOS, el que más ha apostado por la idea convergente completamente ha sido Microsoft y su futuro Windows 10, que se supone será el mismo para PC y móviles. Siendo sinceros, una empresa del tamaño de Microsoft se supone con más músculo como para ser la primera que logre la convergencia real, pero aún así tardaremos al menos uno o dos años en verla funcionar a pleno rendimiento en Windows, de la misma forma que aún le llevará su tiempo a Canonical poder ofrecernos esa característica.
Y viendo que este terreno tan complejo no está falto de adversidades y complicaciones, toma mayor relevancia el anuncio hecho por KDE en la Akademy 2015 que se está celebrando este año en A Coruña. Se han metido, de lleno y con bastante fuerza, en la carrera por la convergencia de aplicaciones y sistemas, siendo el resultado Plasma mobile.
En base, es un SO basado en Kubuntu, que se aprovecha de los drivers de Android del sistema y que funciona en Wayland al igual que SailfishOS (de hecho, ambos sistemas son tremendamente parecidos en muchos planteamientos) usando componentes a los que los usuarios de KDE están acostumbrados como Kwin o Krunner. Además, este se ha centrado (al contrario de Ubuntu Touch) en las aplicaciones, ya que promete de entrada compatibilidad con las de Ubuntu Touch y SailfishOS, lo cual no es sorprendente teniendo en cuenta que ambos sistemas, al igual que Plasma mobile, están basados en las librerías gráficas Qt, además de los plasmoides que ya soporta. Además, si tenemos en cuenta el anuncio del proyecto Shashlik, con el que pretenden traer las aplicaciones de Android a Plasma 5, podríamos estar delante de un sistema con acceso a una gran cantidad de aplicaciones.
Además, a continuación podéis ver una demostración gráfica del sistema funcionando sobre un Nexus 5, para el que ya hay disponibles ROM's para que los más aguerridos prueben el sistema (yo tengo uno, y de momento aún soy un poco cobardica con esto de flashearlo, pero en un futuro probaré tanto Ubuntu Touch como Plasma mobile, lo prometo). En el vídeo se puede ver que el sistema parece bastante fluído y ya cuenta con capacidades como hacer y recibir llamadas o personalizaciones del mismo, aunque faltan otras funciones básicas como el control de la cámara. Juzgar vosotros mismos, pero yo al menos lo veo tremendamente interesante.
Así que sin más, os dejo ahora que opinéis. ¿Es necesario otro SO móvil más (y van ya unos cuantos)?¿Tiene hueco Plasma Mobile?¿Os lo probaríais cuando esté más maduro (y soporte más teléfonos)? Yo no estoy seguro siquiera de lo que respondería, pero todo lo que defienda la libertad, la privacidad y la personalización del sistema es bienvenido como una alternativa interesante, por lo menos. Y si queréis más información, aquí está la página oficial del proyecto.
