Sin duda, desde que Satya Nadella es el CEO de Microsoft, se respiran tiempos de cambio. En épocas de Steve Ballmer, una pregunta como la del titular obtendría como respuesta un rotundo no. Sin embargo, últimamente en Microsoft nos sorprende con noticias directamente relacionadas con el Open Source, tal y como son la liberación de partes importantes como MSbuild, coreCLR o .NET en sus esfuerzos por no perder un tren muy importante, el de las aplicaciones multiplataforma.
Así es, en un escenario en el que el mercado móvil se encuentra dominado principalmente por Android e iOS, cada vez menos aplicaciones importantes para el día a día usan tecnologías de Microsoft o se programan para plataformas de su empresa, haciendo que en la computación moderna Microsoft ya no acumule todo el poder y se ve obligado a compartir terreno con otras marcas que ofertan nuevas soluciones. Apple, por ejemplo, regala desde hace un año su sistema operativo para todos los portátiles y móviles actualizables. Google va aún más allá, con un Android basado en un proyecto Open Source en el que cualquiera puede colaborar (AOSP) y que es prácticamente gratuíto, y un ChromeOS basado en Linux (que desarrolla en parte Canonical), que cada vez le come más terreno a Microsoft y su Windows.
Así que se imponían tiempos de cambio, y la foto que véis ahí arriba (que juro que no es un montaje) así lo atestigua. Los recientes anuncios en Windows 10 sobre la adopción de un gestor de paquetes al más puro estilo Linux, o su anuncio de que será de actualización gratuíta en su primer año de vida podrían quedarse cortos ante lo que afirmó Mark Russinovich en la pasada ChefCon. Siendo uno de los jefes a cargo de la plataforma Azure, una de las secciones de Microsoft que más trabaja con FOSS, este no ha descartado que Windows termine siendo un sistema Open Source. Si bien reconocía que este es un paso complejo que no se daría en corto plazo, el mercado y las decisiones de Microsoft lo están llevando lentamente a ese punto, no hay más que ver los anuncios a los que me refería antes sobre la liberación de cada vez más código por su parte.
Es una declaración tímida, lo sé, pero desde Redmond parece que cada vez ven que el código abierto tiene muchísimo más futuro que el cerrado en un mercado que apuesta por la colaboración y en el que los escándalos de espionaje cibernético también pesan lo suyo, con cada vez más países cambiándose a Linux o exigiendo el código fuente para saber que clase de puertas traseras contiene. Y aunque en el Software Libre a veces tenemos polémicas con eso (algún día hablaremos sobre rdrand, la posible puerta trasera y las explicaciones de Linus), lo cierto es que es muchísmo más sencillo saber que hace y que no un sistema al disponer de su código.
Desde aquí, los animo a que por muy lento que pueda ser el proceso, se tomen en consideración hacerlo. El objetivo principal aquí es que usemos software abierto (habría que ver si Windows sería software libre, pero para eso solo nos queda esperar), así que si Microsoft tiene pensado hacerlo, bienvienido sea.