Firefox alcanza su versión 52 y con ella termina una era. La de los plugins NPAPI, que se empezaron a usar con Netscape (que es algo así como el padre de Firefox) en 1995, casi nada. La razón de un paso que también dio Chromium en su día es la mejora de características de seguridad. El único que se salva (aunque no debería) es Adobe Flash, que nos está costando lo suyo jubilarlo. Otros, como el plugin de Java o Silverlight no han corrido esa suerte de prórroga y ya no se podrán utilizar.
Además, sigue dando pasos en el multiproceso, aunque de momento para Windows, incluye mejoras en la sincronización, permitiendo ahora enviar páginas a dispositivos, lo que seguramente se convierta para mí en la característica definitiva de Firefox. Si ya Firefox Sync es algo sin lo que no puedo vivir, no me imagino lo que me ahorrará poder enviar pestañas entre mis dispositivos.
Además, sigue en la línea de marcar como inseguros los sitios no-HTTPs, avisando de los formularios que cumplimentemos sin esa capa de seguridad extra. Y aunque esta noticia no nos afecta, será el último Firefox que reciban Windows XP y Vista. Y evidentemente, las correcciones de fallos pertinentes.
En definitiva, Firefox sigue dejando atrás lo viejo (seguimos esperando al sustituto de Gecko, pero probablemente a finales de año tengamos noticias) y presionando para que se realicen cambios de calado en las webs, como son la migración a HTTPs y a HTML5. Probablemente ya tengáis esta versión disponible o en uso, pero no está de más que reviséis las actualizaciones de vuestra distro. El navegador es la puerta a todo, sobre todo malware, así que ya podéis mantenerlo siempre a la última.